¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ No suenan ecos por la ladera ...!!!!!!!!!!!!!!

                       Publicada el día 20-04-11

No suenan ecos por la ladera

Por la ladera del monte bajan voces de ecos con el viento,
me acerco a sus costados y gritar no vale porque ya los estoy oyendo,
lejanos clamores de quejas y añoranzas...
hoy los escucho, cuando antes los proclamaba al viento.

Tal vez las fuerzas por las laderas con el viento se han ido
y las alegrías de hoy, el mal de ojo, las ahoguen en vacíos,
no quiero probar el pastel que en ortigas siempre se han convertido,
o es que tal vez el aliento perdí cuando aún los sueños amanecían conmigo.

Sí, siento como el tiempo se me escapa por la ladera corriendo,
como corriendo se fueron mis sueños sin sentirlos cerca,
el tiempo me ha pasado como pasa el viento en la tormenta,
sin huellas ni recuerdos, tan sólo... noches negras.

Perdí los amigos y la mesa de las cartas... allí nadie juega,
solo luché para triunfar con mi inteligencia,
pero el mal de ojos atrajo mierda sobre mierda,
y todos sufrieron de alguna u otra manera.

Protegido por ti, como protege la madre al niño y le da teta,
no permitiste que el mal de ojo destruyera mi existencia,
pero su poder es muy grande y al paso del camino, deja mierda sobre mierda,
que mientras la piso, otra vez me levanto para luchar contra ella.

Pero ya me estoy cansando de luchar y no levantar cabeza,
millones y millones los tuve de operaciones hechas,
pero cuando ya estaban... la noche se hacía día y el día... noche negra...
cuando los sueños se mueren... la muerte debe estar cerca.

Nadie sabrá de mis silencios... ni entenderán mis quejas
pero cuando al poeta... los sueños, son espinas que se clavan y no se sueltan,
no tiene objeto sentir el murmullo del viento...
desear un beso... sentir la caricia de la primavera.

Intento... o tal vez me empeño... hacer ecos por la ladera
pero ya está atestada de los ecos que dejé en ella...
sólo puedo marchar en silencio con el viento...
y buscar otro valle donde mis sueños crezcan.

Pero sé que es tarde... y estoy cansado de tanta mierda,
tal vez en el fondo busco su refugio, que en su regazo de pequeño me diera,
es hora de volver a casa... o a esa infancia que perdiera,
donde siempre, desde que me fui... mi madre me espera.

Y no hará falta que le cuente mis luchas y penas,
porque ella siempre me vió... cuando pisaba la mierda,
y allí en sus brazos, como me acurrucaba cuando niño era,
me olvidé que he vivido... y sólo sueños fueron... mis noches negras.