""" LA SEMANA DE LOS ABUELOS ..."""




El pobre gallego y la familia de asturianos

Sentado sobre una céntrica calle, veo pasar ciudadanos,
apoyado sobre mis piernas un cartel solicita amparo ...
lo leen los que pasan en silencio por mi lado
y hasta los que miedo les doy, murmuran "¿será desgraciado...?"

Más no se refieren a mi desgracia sino a sentirse burlados,
"¡¡¡ si trabajaras como yo ... no estarías en la calle molestando!!!"
como si al verme sentado les diera derecho de amo y criado
sin conocerme quien soy... sin preguntarme como me llamo

Sucedió en Buenos Aires con un anciano.."gallego" le llamaron
que todos los días esperaba una moneda, sentado
y llegaron los días de turrón, de belenes, incluso de Reyes Magos,
que un matrimonio lo acogió para no pasar esos días mendigando.

Lo bañaron como a un niño, lo afeitaron y secaron
y pronto sus dos hijos creyeron que los Reyes, al abuelo le enviaron,
porque dinero aquel mendigo no tenía ni para un café helado
pero brotaba tanto amor sobre aquellos niños que abuelo le llamaron.

Y fueron días felices para aquel matrimonio asturiano
días que el viejo procuraba llevar a los niños al parke o paseando,
como si de verdad el mendigo hubiese sido su abuelo asturiano,
pero los días pasaron.. y los Reyes anunciaron que todo había terminado.

¿Devolverlo a la calle... ha pedir limosna, sucio y tirado...?
¡¡¡los niños no lo permitieron y de su comida, la mitad parea el viejo, renunciaron,
no habían conocido a sus abuelos... y a este ¡¡¡ni Dios podría arrebatárselo...!!!
bueno...que se quede-dijo el padre- total ... no come tanto...!!!

Y vivió en la casa el gallego de la familia de asturianos
cuatro años y tres meses haciéndoles felices como nunca habían soñado
pero la ley de la vida quiso que un día, el viejo...volara
dormido sobre su cama ... los ángeles hasta el cielo lo llevaban.

Y lloraron de dolor y pena la muerte del anciano
que flores no le faltaran, ni nicho donde guardarlo
aunque aquello supuso un dinero que para Asturias guardaban
y ver con sus hijos la llorada Madre Patria.

Pero al cabo de dos semanas, a su puerta llamó un gran Abogado
¿son Uds. los señores  que en esta carta el nombre han marcado...?
¡¡¡Somos... y quien la escribió...¿porque no nos la dio en mano...?
Porque el que la escribió ha muerte y me encargó este recado

¿Y que dice esa carta ... y quien la escribió tan callado...?
El, la escribí... el viejo vagabundo que Uds. cuidaron
y les ha nombrado sus herederos universales...
de toda su fortuna, millones y millones en diez vidas para contarlo

¿Millones... el abuelo... si estaba siempre en la calle abandonado...
Tenía minas de Oro, sus edificios calles y calles de arriba abajo
y al final de su firma que los nombraba "heredados"
unas palabras escritas " GRACIAS POR EL CALOR QUE ME HABÉIS DADO.."

Por eso, nunca juzgues al anciano que limosna te esté solicitando
porque solo sabe Dios que le hizo llegar a esa calle, sentado,
no vaya ser que algún día, aunque lo veas lejano,
seas tú el mendigo ... y tus nietos los que de ti se mofaron.

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