Cuando te prohíben amar... lo que más has amado.





Cuando te prohíben amar... lo que más has amado.

Siento la punta del puñal que hace tiempo mi pecho atraviesa
envolviendo con su punta mi corazón sin tener derecho a clamar una queja,
siento el frío del acero, que al clavarse ... le da vueltas ... y otra vez vueltas
cuando más te alejas de mi y en silencio ... llora mi alma, gime mi pena.

Te amé antes de que nacieras y al nacer ... te entregué mi vida si tu quisieras,
te entregué prioritario la estirpe que me llegó para que supieras quien eras
te enseñé a dar tus primeros pasos, mientras mis brazos te protegían en la arena,
te lavé los ojos con mis lágrimas, te conté cuentos y jugamos a tirar piedras.

Pero todo fue inútil y contra mí, el Mal, te enfrentó sin saber que daño te hiciera
y una pared fuiste formando donde todo mi amor se estrellaba como una piedra,
despreciastes tu extirpe y solo hacías lo que sabias que a mi, dolor me diera,
y poco a poco te fuiste separando mientras el puñal se clavaba y me daba vueltas.

Te marchaste con regreso y al estar, tu oscuro odio me fuiste dando,
que sin apenas decir yo nada, no disimulabas que era para ti, solo un extraño
y poco a poco ese puñal, que yo mismo me fui en mis carnes clavando,
esperando que te dieses cuente que más que yo, nadie te ha amado.

Solo podía hacer una cosa para acabar este cruel dolor y llanto,
¡¡¡clavar ese puñal en mi corazón, que si bien la muerte así me estaba dando,
para que  con tu mirada me dieras solo a mí... el desprecio que te salía flotando,
preferí arrancarme la vida .... para no sufrir sintiendo cuanto te seguía amando ...

Y fue muy dura esa puñalada, que me hizo ir por las calles rezando y llorando,
pidiéndole perdón a mi padre ....por no saber ... si acaso, enseñarte a ser amado
o que no supe tal vez darte amor ....o donde falló todo lo que te he enseñado
pero el Mal estaba allí, y sin saber el porque, yo solo era para ti, el diablo.

Yo, solo sé que te dí amor, todo el que un padre entrega sin pedir nada a cambio,
pero poco a poco, ese puñal fuiste con placer para ti, en mi carne clavando
y a través de los años me has dado muerte y mi corazón, tu desprecio a desgarrado
más ahora ya no me das más dolor ... y me pregunto si acaso tu, te has vuelto el extraño.

Vienes ... vas ... y no acabas de encontrar tu propio camino por ningún lado
y yo sé el porque, pero nunca dejaste que como padre ... te hablara despacio,
el MAL clavó tu odio en mí, pero yo sé que en el fondo, me sigues amando,
sin embargo yo he arrancado mi corazón y sin él no te amo, como te he amado.

Vienes ..... y luego vas... pero tu alma no encuentra sosiego ni un dulce descanso
y aún lamentando que mi corazón no sufra ahora el desprecio que me has dado,
y aunque en la vera de mi última hora, no pediré que estés a mi lado ....
pediré a mi padre perdón, por no haberte sabido enseñar, lo que tu padre te ha amado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario