"" Las cuatro de la mañana... y un ligero olor me llegó

Son las cuatro de la mañana de una de tantas noches calladas,
han pasado cuatro horas y faltan otras tantas para salir de cama,
silencio por los pasillos que hasta si vuela una mosca carroñera...
puedo escuchar como se baten lentamente en silencio ... sus alas.

Me gusta la noche cuando no escucho voces ni me suenan palabras,
otros trabajando también estarán despiertos deseando ir para sus camas
la mayoría estarán dormidos esperando el amanecer del Sol por la mañana
¡¡¡cuerpos sobre un mismo colchón que comparten la misma almohada !!!

¿Amor, felicidad, pasión, vacío de si mismos ... soledad de corazones...?
ojalá antes de dormirse hablaran de si mismos y de sus ilusiones ...
de lo contrario nada valdrá estar dos cuerpos desnudos sobre el colchón
ni las húmedas sabanas de su pasión les devolverá el calor del amor por la mañana.

Son las cuatro de la mañana y los recuerdos de mi vida vuelven hoy
sin considerar si fueron positivos o si envueltos estuvieron en un nubarrón,
me imagino que habrá un poco de todo y tampoco añoro lo que se perdió
fue y es la vida que me tocó con fustracciones, con esperanzas y desilusión.


Como el viento que ya ha pasado, trajo cosas ... y muchas de ellas, las llevó,
lo importante, tal vez no sea pensar en todo lo que he perdido ... sino saber
que existen en algún lugar muy lejano ... y por ello .. aunque el viento
allí nunca me lleve ... ese aroma gemelo me huela ... a mi mismo olor.

Sin los daños del alma no seríamos capaces de olfatear .... ni menos oler una flor
y en más importante saber que su perfume ... en las solitarias noches florece,
cuando el brillo de la Luna nos despierta y vemos que ¡¡¡ las cuatro ... ya son!!!
que dormir panza arriba en una cama ...sin respirar el cálido olor... de esa flor.

Prefiero el fresco de la soledad de la noche donde nadie interrumpe mi olor,
que los ruidos del día que me hablan de extrañas Primas de Riesgo ....
de los contratos que ayer se firmaban y aún hoy ... su firma .... no llegó ....
prefiero el silencio de las cuatro de la mañana, porque así, soy dueño de mi yo.

Y así, a estas horas,donde las voces que ahora tranquilamente duermen,
no las siento, no me dicen lo que es bueno, lo que debo hacer ... o no,
percibo en la libertad de mi silencio, la llegada del murmullo de un suave viento
que me dice...""¿ me hueles ...? ella tampoco duerme y ahora despiertos,sois dos.

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