El frío Viento del Norte en mi tierra Gallega

               El frío Viento del Norte en mi tierra Gallega

Venir... no sé de donde vienes cuando llegas a mi vieja Cueva
pero de África no llegas cual calor de su arena no se te pega,
tal vez este Viento del Norte de la lejana Groenlandia  proceda
y te cuelas entre nuestros huesos y afilas la cara cuando esta se afeita.

Tomaste posesión de esta tierra y aunque el fresco frío
la sangre hiela, empezamos a echar en falta
el húmedo Viento del Suroeste, que por mi parte, tenerlo no quisiera,
pero con él vuelve la lluvia y así, mojas las secas tierras.

Nunca nos conformamos de lo que el Viento nos deja
si es del Norte aún calienta el Sol por las mañanas
pero por la tarde el frío nos congela y si es del Suroeste
con su lluvia empapa nuestros cuerpos pero la tierra está contenta.

¿Será que somos inconformistas venga el Viento de donde él quiera...?
pues en la vida rutinaria tal vez hacemos lo mismo... sea lo que sea...
aunque para ello usemos comparaciones dependiendo
el interés que tengamos en dar razón a nuestra idea.

Tan seca está la tierra que se rasga por su corteza, pero cuando llueva
 cuatro días... nos ahogará con su mojada presencia, para desear de nuevo
al frío Viento  del Norte que por la mañana calienta y luego hiela nuestras
 piernas que más que yo al  Viento del Suroeste , odiar nada pudiera .