¡¡¡ Ayúdame a buscar un lugar donde descansar ... !!!

Se que existes pero no se en que lugar te encuentras ...
veo en él las Estrellas resplandecer en tus noches luneras
y manso el Sol despierta calentando la verde hierba
que el suave Viento mueve con mensajes de otras tierras.

La larga noche de mi vida va llegando a su final
y ello no me entristece, forma parte de mi caminar,
como el llanto del niño recién nacido buscando a su mamá,
como la lluvia que bajando por la montaña, anhela besar el mar.

Por todo ello y viendo que los hijos ya han formado su nuevo hogar,
siento que la hierba de mi piel se van secando ...
si no descubro en donde estás, que existir... se que existes ...
pero tu que me lees, si me ayudas ... seguro que la podré encontrar.

Porque no tengo dudas de los sitios que ni acercarme quiero llegar,
a cien kilómetros de la fría nieve por si una avalancha me invita a esquiar,
la lluvia no la necesito más que para lavar la cara ... y un poco más
y los Vientos del Suroeste que JAMÁS hallan tocado ese lugar.


No quiero altas montañas y así no tendré que subir y bajar,
ni que el aullido de los lobos suene y a las serpientes las haga despertar,
bichos pequeñitos y dulces arañas... mejor en el zoológico están
y en tierra seca con polvo y barro ... ¡¡¡ cuanto me costaría respirar... !!!

Quiero la verde hierba que envuelva mi Alma y el Mar, ...
¡¡¡Oh ... mi Mar ... ¿ cuanto necesito verlo cuando sus olas llegan
y cuando las mismas olas se alejan mansas, mar a dentro a otro lugar
pero no rodeado de agua cual isla fuera perdida en altamar .

Me gustaría que por las mañanas, cuando el Sol empieza a calentar,
una cálida brisa marina, mis brazos refrescara con suavidad
cuando a las doce del medio día calienta más y al atardecer dormida
retorne bajo las olas para mañana volverme a visitar.

Me gustaría escuchar el murmullo de un cristalino río
donde las truchas me vean caminar mientras sus voces
me leen los maravillosos Poemas de mi Gran MARÍA,
Poetisa del Amor, que cada mujer debería leer para aprender a AMAR

Tal vez por las tardes puede a ZEUS, negro azabache, verlo trotar
para recordar amores de Poeta que se perdieron por las blancas arenas
de una lejana playa en donde la luvia, despues de buscar y buscar,
dejó de manar del cielo 1...2...3...4...5...¡¡¡ amores donde irán... !!!

Y allí, en ese paraje que sé que existe. escribiría mis Reflexiones,
Cuentos Infantiles y Poemas de Amores que me hicieron gozar
hasta que una noche de AQUELARRE, por el camino que a la montaña va,
la procesión de la Santa Compaña me diga "" Eugenio... vamos... es hora de marchar""


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