"" A la Señora ITA, la bondad de unas manos...""

Apoyada con tus brazos sobre la media hoja de tu puerta
luces tus manos de bondad, bajo la luz de tu mirada serena,
tu bello pelo blanco de corta pero peinada melena,
transmiten la paz que como ÁNGEL, has sido en la tierra.

Pocas veces fui a ti y hasta a mis hijos te llevé con su torcida pierna,
sentí como la fuerza de tus dedos deslizaban mis tendones... fuera,
instantes de dolor que el sonido de tu voz endulzaba mi pena
oir su sonido angelical era tenerte, como un niño a su madre cerca.

Hoy te has ido, tal vez es que Dios se le torció una pierna
y allá donde estas acudirán a ti si un tendón se le escapó de acera
y como siempre le dirás..." no es nada ... dame lo que tu quieras...",
mientras, nosotros te recordaremos en oración a tu alma buena.

No has tenido hijos ni marido que en las noches a tu lado durmiera
pero no te han hecho falta porque todos los que te conocimos,
nos sentimos protegidos, como el hijo que a su madre busca
cuando jugando o corriendo, se ha torcido una pierna.

 Espero  ITA, que seas feliz ahora que has dejado esta tierra
y que sepas que en tu paso, sin haber salido de tu pequeña aldea,
has dejado una gran huella de humanidad y amor
en todos  que acudimos a llamar doloridos ... a tu puerta.

Por las viejas tierras y montañas del Conde de Canalejas ...
tu presencia nunca desaparecerá viéndote apoyada en tu puerta,
que descanse tu alma en paz y a Dios le arregles, si tuerce una pierna,
y recordaremos tu bondad, cuando un tendón nos cambie de acera.